Uno de los recursos más poderosos para que tu hijo mejore su lenguaje no son las tarjetas, las apps o incluso el terapeuta… eres tú: su mamá, su papá o su cuidador, quien más tiempo pasa con ellos.
Como terapeutas de lenguaje, no podemos dejar de insistir en lo valioso que es la participación de los padres en la terapia. Lo vemos una y otra vez en las familias con las que trabajamos. Y la investigación lo confirma: cuando los padres asisten a las sesiones y tienen un papel activo, los niños avanzan mucho más en sus metas de comunicación.
Veamos ¿por qué tu participación es tan importante? y ¿cómo puedes ayudar a tu hijo?
El poder de los papás en el progreso del lenguaje
Cuando te dicen que tu hijo tiene un retraso en el lenguaje, entras a un mundo nuevo: evaluaciones, planes, ejercicios… puede sentirse abrumador.
A veces pensamos que el terapeuta será quien “arregle” el problema, pero nadie pasa tanto tiempo con tu hijo como tú.

El terapeuta usa estrategias y técnicas para mejorar la comunicación, pero tú eres quien lo acompaña todos los días. Y eso marca la diferencia.
Imagina que tu hijo quiere aprender guitarra. Las clases semanales le enseñan acordes y técnica, pero si no practica en casa, tardará mucho en tocar sus canciones favoritas. Con el lenguaje pasa igual, la práctica diaria es clave.
Cómo ayudar a tu hijo en casa
Mientras tu hijo aprende en las sesiones, tú también puedes aprender a apoyarlo.
A esto se le llama “coaching para papás” el terapeuta te enseña estrategias que puedes usar durante tus rutinas diarias para reforzar lo que tu hijo ve en terapia.
Algunas ideas simples:
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Describe lo que están haciendo: “Estás haciendo una torre!”
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Dale opciones para que hable: “¿Quieres manzana o plátano?”
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Espera unos segundos después de hablar para que él tenga tiempo de responder.
La práctica no tiene que ser sentados en una mesa. Puedes trabajar el lenguaje en el baño, mientras juegan, en la hora de la comida o en el súper. El lenguaje se construye de manera natural, durante las rutinas diarias.
Aprender en un ambiente cómodo
Muchos niños se sienten nerviosos en consultorios o clínicas; en cambio se sientes seguro y tranquilos en casa, rodeados de sus juguetes y rutinas, lo que facilita el aprendizaje. Por eso es tan importante que practique en casa.
Lo que dice la investigación
Estudios, como uno realizado en la Universidad Vanderbilt (1), muestran que los papás pueden marcar una gran diferencia en la terapia de lenguaje:
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Aprenden y aplican las estrategias que enseña el terapeuta.
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Los niños mejoran su comunicación verbal y no verbal: entienden más, amplían su vocabulario, usan mejor la gramática y se comunican con mayor frecuencia.
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En algunos casos, los papás logran mejores resultados que los terapeutas en comprensión y gramática
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Esto funciona para niños con diferentes dificultades: retraso de lenguaje, autismo o trastornos del desarrollo.
Encuentra al terapeuta ideal para tu familia
Busca un profesional que no solo trabaje con tu hijo, sino que también te enseñe cómo apoyarlo en casa. La terapia funciona mejor cuando hay trabajo en equipo: terapeuta, mamá/papá y niño.
Tú eres la pieza clave para que tu hijo avance en su lenguaje. Con tu apoyo constante y repetición en casa va a lograr comunicarse mejor más rápido que si no tuviera ese apoyo en casa.


