El juego es la actividad más importancia durante la infancia, no es algo que debería dejar para “cuando sobre tiempo”.
¿Sabías que con el juego, se activa el cerebro entero de tu hijo? Las partes que lo ayudan a moverse, a sentir, a pensar, a expresarse y a convivir con otros están trabajando al mismo tiempo.
El juego no es solo “pasar el rato”. Es una necesidad básica en la infancia. Los niños aprenden a hablar, a pensar, a resolver problemas, a expresar emociones, a crear y a entender el mundo mientras juegan.
¿Qué necesita tu hijo para poder jugar?
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Tiempo libre (sin clases, pantallas o actividades dirigidas todo el tiempo).
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Un espacio donde puedan moverse y explorar.
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Sentirse seguro y acompañado (aunque no estés jugando tú con él todo el tiempo).
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Juguetes que no hagan todo por él, sino que lo inviten a imaginar.
Ejemplo: Un niño de 2 años que ya comió, ya durmió y pasó tiempo contigo, puede empezar a jugar solo si estás en el mismo cuarto. Puede leer un cuento, ir a sus juguetes y regresar contigo si te necesita. Esa es una buena señal de vínculo y seguridad.
¿Y si no juego solo?
No todos los niños saben jugar solos desde el inicio, pero es una habilidad que se puede desarrollar poco a poco
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Haz del juego una prioridad. No llenes la agenda con clases, clubes y actividades. Necesitan tiempo libre.
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Valora el juego. No lo uses solo para “que se entretenga”, es parte de su aprendizaje.
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Empieza poco a poco. Dile: “Voy a trabajar, ¿en qué parte vas a jugar mientras?”.
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Ofrece una idea si no sabe cómo empezar. “¿Qué te parece si los perritos van a tener un picnic?”
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Evita juguetes con pilas o que hagan todo. Mejor dale una cocina de juguete, bloques, muñecos, carritos.
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No satures con muchos juguetes. Pon pocos juguetes a su alcance, velos rotando.
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Reduce las pantallas. Después de ver tanto estímulo rápido, les cuesta más imaginar o crear juegos por sí solos.
¿Por qué ahora juegan menos los niños?
Hoy en día, el juego está en peligro. Hay presión porque los niños aprendan a leer, contar, reconocer letras desde muy chiquitos. Y como los beneficios del juego no se ven rápido ni se pueden medir fácilmente, muchas veces no se le da el lugar que merece.
Además, las pantallas ofrecen todo resuelto, sin esfuerzo, sin espera, sin creatividad. Y eso hace que se pierdan las oportunidades de imaginar, explorar, crear y equivocarse.
Pero cuando tu hijo juega está aprendiendo mucho más de lo que te imaginas:
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Aprende empatía cuando juega con muñecos o animales.
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Aprende resolución de problemas cuando construye con bloques.
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Aprende causa y efecto cuando prueba algo y no funciona.
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Aprende lenguaje al hablar con sus juguetes o contigo durante el juego.
Juguetes que más recomiendo
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Bloques y trenes (construcción)
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Cocinitas, muñecas, bomberos, casas de juguete (vida real)
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Disfraces y herramientas (juego simbólico)
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Coches, pelotas, bicicletas (movimiento)
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Parques, tierra, agua, piedras (al aire libre)
No se trata de llenar a tu hijo de información. Se trata de darle el espacio para que saque lo que ya lleva dentro y dejarlo que disfrute el proceso sin importar el resultado.
El juego es expresión, curiosidad, creatividad, movimiento, y sobre todo, conexión.
Dale a tu hijo lo más valioso que puedes darle: TIEMPO PARA JUGAR
- Libro Jugar, descansar, madurar (basado en el Modelo Evoluitvio de Dr. Gordon Neufeld. Hara Press
- Libro Busy Toddler´s guide to Actual Parenting Susie Allison, Innovation Press
- (Singer DG, Golinkoff RM, Sharp HR. Play = Learning. How play motivates and enhances children’s cognitive and social emotional growth. Oxford University Press, 2006.
- Nicolopaulau, A. The alarming disappearance of play from early child education. Human development 2010;53:1-4
- Rock, L, Crow S. Not just Soft skills: How young children ‘s learning & health benefit from strong social emotional development. Too Small to Fail. 2017
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